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Mediatizando: medios, ciberespacio y cultura

Radio

REACTOR Y LA DEFENSA DE LA RADIO



Radio .- Menciones comerciales en Reactor 105.7 FM de la Ciudad de México

Las menciones comerciales durante los programas de radio y TV son una plaga molestísima.

Esta lamentable práctica que satura las emisiones y convierte a los locutores en merolicos vendedores ha crecido mucho en los últimos años, contaminando hasta el espacio o conductor que uno creía más difícil de comprar.

Por eso es interesante escuchar a la Reclu y Sopitas, de la estación pública Reactor, quejarse (entre broma y en serio) de que los patrocinadores "lucren" con su nombre y el de la estación mientras su aumento salarial fue aparentemente escaso.

Hace unos días, la Reclu hizo una mención de la cerveza Indio a regañadientes, con un notable desgano y replicando al Gerente de la estación que porqué tenía que hacerlo ella.

¡Bien por la Reclu! El asunto parece no haber pasado a mayores pero evidencia lo molesto que son estas menciones no sólo para el público sino también para los locutores (sobre todo si no les toca su "parte proporcional" por el comercial).

Entiendo que los programas tienen que vivir de algo y para eso es la publicidad. Pero la práctica de tratar de hacer pasar anuncios por información (objetivo central de las menciones) es muy lamentable.

Porque si un locutor está dispuesto a decir lo que sea por dinero, es evidente pensar: ¿qué otras cosas de las que dice estarán también compradas?

 

CARMEN ARISTEGUI HACE FALTA AL AIRE

CARMEN ARISTEGUI HACE FALTA AL AIRE

Radio - Ausencia de Carmen Aristegui

Estamos cerca de que se cumplan 4 meses de que Carmen Aristegui salió del aire.

Conforme pasa el tiempo, su ausencia es más notable y pesa más el no tener un informativo radiofónico matutino que tenga la selección de temas, el tino periodístico y la influencia como el que Aristegui logró construir en W Radio.

Y es que algo es indudable: el espacio de Aristegui era un espacio de referencia casi obligado para quien quisiera estar al día en la información del país. Era un programa que generaba agenda e incidía frecuentemente en el debate de la política nacional o en la temática de otros medios de comunicación.

La salida de Aristegui de W Radio (propiedad de Televisa Radio) fue polémica.

Los hechos, aceptados tanto por ella como por el grupo radiofónico, es que la empresa decidió no renovarle su contrato, luego de haberle advertido que su libertad editorial se vería mermada porque ahora la empresa quería expandir el modelo que aplica en otros países y que incluye que las decisiones editoriales importantes no recaigan sólo en los conductores de los noticiarios.

De allí, hubo dos versiones que trataron de ser propagadas en la opinión pública: la de los medios e intelectuales de izquierda, que hablaba de censura por cuestiones políticas, y la de los intelectuales cercanos a la derecha y/o a Televisa, que señalaba que sólo se trató de una tema empresarial, y que las principales diferencias eran aspectos no editoriales sino técnicos, como el respetar los horarios de los cortes comerciales.

Lo cierto es que era más que un secreto a voces que Televisa estaba muy molesta porque Aristegui había dado espacio en su noticiario a voces contrarias a la llamada "Ley Televisa" (denominada así porque presuntamente favorecía los intereses de la empresa en vez de los de la Nación) e incluso había sido crítica de ella en algunos foros ciudadanos.

Aunado a eso, fue notorio que Aristegui dio en su momento cobertura a temas periodísticos que casi nadie más se atrevía (y se atreve) a abordar en medios electrónicos:

- el juicio contra el Cardenal Norberto Rivera por presunta protección de pederastas
- la presunta violación de una anciana en la sierra de Zongolica por parte de soldados mexicanos
- las denuncias de Lydia Cacho de la protección que hay en círculos políticos a una red internacional de pederastia y pornografía infantil

Por si fuera poco, la constantes entrevistas que Andrés Manuel López Obrador otorgó a la periodista, la hicieron receptora del odio que muchos "anti-lopezobradoristas" le profesan al ex candidato presidencial izquierdista, quien denunció fraude en las elecciones del 2006 que perdió ante el actual Presidente Felipe Calderón.

Y es que, en mi opinión, es imposible entender el caso Aristegui sin la alta polarización que vive el país desde dicho proceso electoral.

En medio de esta compleja circunstancia y en este momento histórico tan relevante para nuestro país, Aristegui decidió hacer un periodismo comprometido dispuesto a abordar sin timidez temas que otros callan.

En un momento como ese, una decisión así es muy atrevida, justamente porque se expone a las mismas pasiones que permean el ambiente: cuando la gente siente que está en guerra, ama todo lo que le suene a "aliado" y odia todo lo que le suene a "enemigo".

Sin embargo, no hay duda de que ese tipo de periodismo, que privilegia su compromiso con las audiencias por encima de los intereses creados, es por supuesto más benéfico para nosotros como radioescuchas que cualquier otro "modelo editorial".

Además, Aristegui tiene dos cualidades notables: busca siempre ser precisa con el lenguaje y presentar información novedosa que en verdad aporte algo al debate de los temas.

Podrá, como todos, tener sus opiniones y expresarlas (como en su columna semanal en el periódico Reforma). Pero en sus espacios electrónicos, aun su subjetividad , Aristegui la manifiesta con información trabajada, con reportajes, con datos duros, con cuestionamientos profundos a los personajes clave, es decir, con periodismo.

Y eso, en un cuadrante saturado de personajes que editorializan, adjetivan, califican, dictan y opinan con la mayor ligereza y a la menor provocación, es algo realmente invaluable.

Por eso, se extraña Aristegui al aire.

CAFE TACUBA Y REACTOR EN EL ZÓCALO

CAFE TACUBA Y REACTOR EN EL ZÓCALO Cafe Tacuba impactó. El Zócalo de la Ciudad de México se llenó como pocas veces en conciertos para escuchar a este grupo mexicano. Esta vez no fue una causa política como los zapatistas, Andrés Manuel López Obrador o la indignación contra la delincuencia lo que hizo a miles de personas acudir a la Plaza de la Constitución. Los más de 170 mil asistentes hicieron ver como pobres los récords anteriores de actos como el de Chayanne, Alegrijes y Rebujos, Los Tigres del Norte o Maná.


Pero Cafe Tacuba no sólo cautivó con su música a los miles que acudieron a la principal plaza del País, sino que impactó la Ciudad entera a través de la ondas de radio de Reactor 105.7. La estación de radio de grupo IMER (propiedad del Gobierno Federal), que sustituyó a la estación de rock en español Órbita y que heredó los conductores y cierto estilo de Radioactivo 98.5, transmitió en vivo y en directo el concierto de la agrupación.


Tal vez me corrijan después, pero yo no recuerdo una transmisión radial en vivo de uno de los conciertos en el Zócalo. Por supuesto, está la excepción de los masivos que organizan las estaciones radiales pop como Digital 99. No obstante, un gran concierto como el que dio Cafe Tacubá el sábado valía la pena compartirse y transmitirse para que muchos capitalinos que no asistimos lo pudiéramos disfrutar (y además sin apretones ni desmayos).


El concierto sonó impecable (al menos en la radio). Sin que el vocalista Sizu Yantra (en otro tiempo el Gallo Gas, Rubén, Rita Cantalagua, etc) recurriera a la estridencia o tuviera que vociferar, el grupo supo "prender" al público con su buena música. De hecho, la buena calidad musical de los integrantes de la banda (Sizu, Joselo, Quique, Meme y Luis) así como de sus invitados de lujo (Rocko, de la Maldita Vecindad, Álvaro Enríquez de los Tres, Jaime López, el Sr. González, entre otros) se dio a notar durante las dos horas de concierto.


Lo interesante de Cafe Tacuba es cómo puede reunir entre su público a diferentes sectores sociales. Renuentes a "etiquetar" la música, los tacubos superan por mucho el "standard" de un grupo de rock ya que tocan diversos ritmos y estilos, siempre dejándose influenciar por sus raíces mexicanas y de música popular. Tal vez por eso el grupo tenga el privilegio de gustarle tanto a la "raza" como a los "fresas".


Es en ese sentido que celebro la transmisión del concierto por parte de Reactor. Si bien, Cafe Tacuba ha sido uno de los grupos mexicanos que la estación ha apoyado constantemente en su programación, desde mi punto de vista, una de las malas cosas que heredó Reactor de Radioactivo es su elitismo. En mi opinión, la nueva estación ha apoyado mucho menos el rock en español. Rulo, conductor y el programador de la estación, lo dijo claro desde un principio "sí vamos a poner bandas en español, pero sólo lo bueno", dando a entender que la mayor parte no es buena.


El día de la transmisión, por cierto, Rulo parecía fuera de ambiente. No es lo mismo transmitir desde el Zócalo que desde cualquier antro. Me dio, de hecho, hasta la impresión de que ya tuviera algunas copas encima. Sus comentarios no eran los más informativos que digamos. Eran más apropiados, de hecho, las opiniones de su compañero de transmisión, quien nunca pude saber el nombre y ofrezco una disculpa. No obstante, lo mejor, creo, era cuando se callaban y dejan oír la música y comentarios del grupo, que de eso se trataba.


Qué bueno por la radio mexicana que se pudo dar esa transmisión histórica. Qué bueno que Reactor pudo bajarle un poco a sus niveles de "Harmon Hall" y darle la importancia debida a este grupo mexicano y en españo. Ojalá no sea la última que se haga desde el Zócalo. Ojalá sigan permitiendo que los radioescuchas oigamos en directo las cosas, sin tanto intermediario. Inclusive los grupos que a ellos no les parezcan "buenos".