¿LA MADRE DE TODOS LOS COMPLOTS O LA APUESTA MÁS TONTA?
López Obrador ya ha pasado por esa situación en donde tiene a gran parte de la opinión pública encima, él denuncia complot y, al final, sale adelante.
Hay varios ejemplos, como el caso el Paraje San Juan y los videescándalos, pero quiero enfocarme en los tres en donde más claramente se ha demostrado que tenía razón.
1.- López Obrador parecía loco, argumentaba complot y tomaba actitudes irracionales.
Cerca de medio millón de personas marcharon en la Ciudad de México en contra de la delincuencia. AMLO descalificó la marcha y dijo que la gente había sido manipulada contra él por la derecha.
Nunca mostró pruebas y sólo insistía en su cantaleta.
Al final, un spot del candidato del PAN en la campaña afirmaba que “medio millón había marchado contra él”, aceptando, meses después, que sí había habido una intención política en el caso.
2.- López Obrador parecía loco, argumentaba complot y tomaba actitudes irracionales.
Se le quería quitar el “fuero” de Gobernante porque su gobierno había violado una orden para suspender trabajos de construcción en un terreno de Santa Fe. Él denunció un complot de la Presidencia y sus enemigos.
Nunca mostró pruebas y sólo insistía en su cantaleta.
Al final, quedó clarísimo que la misma PGR y el PAN estaban metidos en el asunto y el Presidente Fox terminó corriendo al Procurador Rafael Macedo de la Concha por el caso.
3.- López Obrador parece loco, argumenta complot y toma actitudes irracionales.
Argumenta que hubo fraude en la Elección y que participó el IFE y el Gobierno Federal. Que él ganó y le robaron su victoria.
Al final, no sabemos en que terminará el asunto.
¿Será que la Historia le dé la razón? ¿Será que al final sus adversarios cometan alguna torpeza y le den, como en las otras ocasiones, los argumentos que al él la faltan?
¿Será, en cambio, que la tercera sea la vencida y esta vez la suerte no corra a su favor?
¿Será que esta ocasión no hubo complot y él sólo destruye su capital político sin ton ni son?
Quién sabe. Por alguna razón, AMLO siempre parece arriesgarse y jugársela a la suerte en vez de esforzarse en actuar más prudentemente y dar pruebas de sus acusaciones.
Dos veces le ha salido, pero tal vez ahora no le salga.
De lo que no cabe duda, es de que ésta es su apuesta más arriesgada y se juega más que nunca (no sólo él sino el País) de por medio.
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