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Mediatizando: medios, ciberespacio y cultura

CANDIDATOS MINIATURA

CANDIDATOS MINIATURA

Por algo los electores no dejamos que ninguno ganara con claridad y los dos tuvieron casi el mismo número de votos.

Los dos candidatos principales a la Presidencia de la República han evidenciado que son muy, pero muy pequeños y no tienen la estatura política y moral que requiere el País.

México requiere un Estadista y ninguno de los dos abanderados, Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón, ha mostrado, si quiera, parecerse a uno.

El resultado de la Elección (según los datos del IFE) pareció decir que los electores pensamos que de los dos no se hace uno. Que mejor se pongan de acuerdo para gobernar juntos.

Y es que para empezar los dos se han declarado Presidentes sin esperar al fallo del Tribunal Electoral.

Lo hicieron desde la noche del 2 de julio. El primero fue AMLO y minutos después lo hizo Calderón bajo la excusa infantil de que “el otro candidato lo hizo primero”.

Hasta la fecha lo siguen haciendo. López Obrador dijo en una entrevista que él es el Presidente y Calderón fue al TRIFE a decirles que ya lo nombraran a él porque él ganó y punto.

Ambos han estado presionando con distintos medios al Tribunal Electoral para que se de el fallo que quieren.

Ambos hacen falsos llamados a la concordia pero siguen en actitud de guerra. Ni a uno ni a otro les ha importado verdaderamente la gente que no votó por ellos.

López Obrador le ofrece disculpas por los bloqueos a los que no votaron por él, pero luego, luego, les dice que “ni modo”, que hay que aguantar.

En tanto, Calderón sale en la tele diciéndoles a quienes no votaron por él que quiere ganarse su confianza, para enseguida escupirles en la cara que él ya es Presidente porque ganó la elección.

Ambos se han visto mañosos e inseguros de sus propios argumentos.

López Obrador ha estado estirando el límite de la estabilidad política, bajo la excusa de un presunto fraude, sin embargo, él mismo cambia y cambia de argumentos, dando a entender que no tiene pruebas claras.

Calderón dice estar seguro de que él ganó limpiamente la elección, pero se niega constantemente a pronunciarse por un recuento voto por voto y su mismo partido impugnó varias casillas como si desconfiara también de que los resultados fueron totalmente claros.

López Obrador se ha visto en los últimos días, justo como lo pintaban sus opositores: alguien que decide sacrificar la Ley con tal de lograr sus fines políticos y que piensa que con movilizar a la gente no hace falta dar argumentos sólidos.

Calderón se ha retratado también como lo mostraban: un alfil de las televisoras y los grandes grupos de poder, quien ha dejado que ellos y el Gobierno salgan a dar más la cara por él, que él mismo.

No sé en qué acabará todo este conflicto postelectoral. Pero gane quien gane, los hechos nos hacen estar poco optimistas de que el próximo Presidente, sea quien sea, pueda conducir este País con madurez, inteligencia  y honestidad.

¿LA MADRE DE TODOS LOS COMPLOTS O LA APUESTA MÁS TONTA?

¿LA MADRE DE TODOS LOS COMPLOTS O LA APUESTA MÁS TONTA?

López Obrador ya ha pasado por esa situación en donde tiene a gran parte de la opinión pública encima, él denuncia complot y, al final, sale adelante.

 

Hay varios ejemplos, como el caso el Paraje San Juan y los videescándalos, pero quiero enfocarme en los tres en donde más claramente se ha demostrado que tenía razón.

 

1.- López Obrador parecía loco, argumentaba complot y tomaba actitudes irracionales.

 

Cerca de medio millón de personas marcharon en la Ciudad de México en contra de la delincuencia. AMLO descalificó la marcha y dijo que la gente había sido manipulada contra él por la derecha.

 

Nunca mostró pruebas y sólo insistía en su cantaleta.

 

Al final, un spot del candidato del PAN  en la campaña afirmaba que “medio millón había marchado contra él”, aceptando, meses después, que sí había habido una intención política en el caso.

 

2.- López Obrador parecía loco, argumentaba complot y tomaba actitudes irracionales.

 

Se le quería quitar el “fuero” de Gobernante porque su gobierno había violado una orden para suspender trabajos de construcción en un terreno de Santa Fe. Él denunció un complot de la Presidencia y sus enemigos.

 

Nunca mostró pruebas y sólo insistía en su cantaleta.

 

Al final, quedó clarísimo que la misma PGR y el PAN estaban metidos en el asunto y el Presidente Fox terminó corriendo al Procurador Rafael Macedo de la Concha por el caso.

 

3.- López Obrador parece loco, argumenta complot y toma actitudes irracionales.

 

Argumenta que hubo fraude en la Elección y que participó el IFE y el Gobierno Federal. Que él ganó y le robaron su victoria.

 

Al final, no sabemos en que terminará el asunto.

 

¿Será que la Historia le dé la razón? ¿Será que al final sus adversarios cometan alguna torpeza y le den, como en las otras ocasiones, los argumentos que al él la faltan?

 

¿Será, en cambio, que la tercera sea la vencida y esta vez la suerte no corra a su favor?

¿Será que esta ocasión no hubo complot y él sólo destruye su capital político sin ton ni son?

 

Quién sabe. Por alguna razón, AMLO siempre parece arriesgarse y jugársela a la suerte en vez de esforzarse en actuar más prudentemente y dar pruebas de sus acusaciones.

 

Dos veces le ha salido, pero tal vez ahora no le salga.

 

De lo que no cabe duda, es de que ésta es su apuesta más arriesgada y se juega más que nunca (no sólo él sino el País) de por medio.

¿EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS?

¿EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS?

Cuando el PAN aprobó la "Ley Televisa" para que a Calderón lo "trataran bien" en televisión, la analista Denisse Dresser escribió un artículo titulado "Así no, Felipe".

 

Ahora es Miguel Ángel Granados Chapa quien le escribe a López Obrador su columna "De ese modo no".

 

Ambos artículos hablan de "la forma" para buscar un fin legítimo, la Presidencia. El primero, trataba del apoyo de Calderón a una Ley calificada por muchos como nociva para el País. Ahora, se trata de los bloqueos de AMLO.

 

Y es que a López Obrador sus métodos comienzan a generarle bastantes críticas aun entre la gente que lo ha apoyado.

 

Este es un fragmento de la columna en Reforma de Granados Chapa, quien a pesar de haberse mostrado como simpatizante de la causa de López Obrador critica ahora sus procedimientos:

 

"asegurar el derecho a la justicia electoral no autoriza a nadie a atropellar otros derechos, tan legítimos como aquéllos y que conciernen a ciudadanos tan dignos de respeto como quienes protestan por la situación posterior a la jornada electoral.."

 

En un sentido similar, los escritores izquierdistas Carlos Monsiváis, Rolando Cordera, Adolfo Sánchez Rebolledo y Jenaro Villamil le envían una carta a AMLO en el periódico La Jornada, que transcribo a continuación:

 

"Estimado Andrés Manuel López Obrador: El plantón emprendido por la coalición Por el Bien de Todos, declarado por usted, es una protesta justa, pero no puede ni debe convertirse en un agravio para la ciudad de México al transformarse en un bloqueo de vialidades públicas y afectar a tantos. El bloqueo, no el plantón, es un hecho de insensibilidad profunda que lastima una causa que es de muchísimos. ¿Cómo se puede presionar a los poderosos con algo que en primera y última instancia perjudica a las clases populares? ¿Cuál es la lógica de estos campamentos sobre el arroyo vehicular que provocan tanta indignación?

 

Como dice muy bien el editorial de La Jornada, "esta forma de lucha sería inobjetable y legítima si la presencia de los manifestantes se limitara a aceras, camellones y áreas no vehiculares, y no impidieran el libre tránsito a los ciudadanos. Pero la colocación de los campamentos en las vialidades constituye, además de un error político que dará munición a los críticos del movimiento y les enajenará voluntades y simpatías ciudadanas, un atropello a los derechos de terceros que deben ser tutelados y garantizados por el gobierno capitalino".

 

Si no quieren desvirtuarse, las causas legítimas y legales no deben imponerse sobre una ciudad y sus habitantes, y es injusto lastimar primero a los capitalinos, y sus autoridades, y dejar para más tarde la confrontación con los responsables de ese magno fraude que se inició con el desafuero. No le hallamos sentido a esta agresión deliberada a los derechos de trabajadores, automovilistas, pasajeros y choferes de autobuses y taxis. No vemos de qué modo se avanza en la justicia electoral si en el camino se ofende sin razón a una sociedad. No se puede reducir un movimiento nacional a un problema grave de vialidad. No se puede dejar en segundo plano la marcha más grande de la historia de la ciudad de México.

 

Insistimos: el plantón no es la afrenta, sino el estrangulamiento de calles y avenidas.

 

Atentamente:

Rolando Cordera, Carlos Monsiváis, Adolfo Sánchez Rebolledo y Jenaro Villamil"

 

Durante la campaña, ambos candidatos recurrieron a formas bastante criticables para buscar sus objetivos. Esto sigue sucediendo.

 

La diferencia, tal vez, está en que a AMLO sus métodos sí le están costando distanciamiento y críticas de algunos de sus simpatizantes, cosa que parece no haber sucedido con Calderón.

 

Y no sólo me refiero a los periodistas sino a la población en general. A nivel de intelectuales, mi impresión es que los que apoyaron a Calderón, fueron poco críticos con él, con tal de que el panista lograra destruir a AMLO, su rival odiado.

 

Sin embargo, entre la población común creo que la razón es otra. Y es que para notar las "formas" de AMLO, basta quedarse atorado en el tráfico, mientras que para entender las de Calderón, hay que leer periódicos y no sólo ver televisión.

 

EN BUSCA DEL FRAUDE...

EN BUSCA DEL FRAUDE...

López Obrador radicaliza cada vez más sus movilizaciones en protesta de un fraude y en demanda de un recuento voto por voto de la elección presidencial.

 

Ahora, decidió quedarse en el Zócalo con sus simpatizantes, bloqueando además la circulación en el importante Paseo de la Reforma con campamentos de inconformes hasta que el Tribunal Electoral dicte el fallo de calificación de los comicios.

 

El punto es que todo lo que está haciendo, de esa manera, tan grande, tan radical, es en base de que en hubo un gran fraude, un fraude gigantesco, monumental.

 

Desgraciadamente, hasta ahora no hay evidencias de algo así y en cambio sí muchas de que más bien todos estos días AMLO se la ha pasado en búsqueda de ese fraude.

 

Así pareció con los primeros videos que presentó AMLO, donde hasta su propio equipo reconoció que eran pruebas poco contundentes y mal preparadas que dejaron peor imagen del tabasqueño en vez de beneficiarlo. López Obrador parecía tratar de aferrarse a cualquier prueba, por "chafa" que fuera, para probar el fraude.

 

Otra ocasión fue la terrible descalificación de López Obrador de la idea de "fraude cibernético". Y es que fue tremenda porque allí es, donde, desde mi punto de vista, se habían visto las pruebas más verosímiles.

 

Expertos físicos y matemáticos de la UNAM evidenciaron inconsistencias y cosas raras en la manera como fluyó la información en el PREP y en el cómputo distrital.

 

Un ejemplo clarísimo fue la incógnita de cómo es que en el cómputo distrital, Calderón y AMLO eran los únicos que se movían según llegaban los datos de diferentes estados, mientras que Madrazo, Campa, Mercado y los votos nulos permanecían casi inmóviles siempre casi en el mismo porcentaje, sin importar que entidades se contabilizaban. Algo matemáticamente imposible.

 

La solidez de los argumentos de los científicos de la UNAM quedó evidenciada cuando en un foro en el programa radiofónico de Carmen Aristegui, el propio director del PREP admitió que hubo muchas cosas "atípicas" en el conteo y ofreció crear una comisión para investigar esos "fenómenos".

 

Sin embargo, López Obrador en un segundo descalificó los argumentos y dijo en una entrevista con Miguel Ángel Granados Chapa que no había habido "fraude cibernético" como habían pensado primero, sino sólo fraude "a la antigüita" en las actas de las casillas. ¿Entonces todo el tiempo que invirtieron en convencer del "fraude cibernético"?

 

El colmo fue cuando la semana pasada en entrevista con Víctor Trujillo, López Obrador dijo que ahora sí estaba seguro de que había ganado la elección, que antes sólo tenía indicios. Entonces ¡¿por qué desde el principio a la gente sí le dijo que él había ganado?!

 

Estos ejemplos son sólo algunos de los que hacen ver que López Obrador más bien se la ha pasado en búsqueda de un fraude y no que tiene ya las evidencias para probarlo.

 

Ahora bien, eso no implica que no haya habido fraude y que no existan efectivamente muchas dudas. Eso lo tiene que definir el Tribunal. Pero sí me parece que la falta de coherencia de López Obrador hace que se esté jugando con fuego.

 

Yo, por ejemplo, sí soy partidario del recuento voto por voto porque creo que hubo muchas cosas raras. En una elección tan importante y cerrada cualquier cosa "atípica" puede haber inclinado la balanza lo suficiente como para que ganara un candidato y no el otro.

Además, es un hecho que el Presidente Fox y el Gobierno metieron su cuchara desde el principio en el proceso electoral.

 

También parece evidente, a juzgar por su agresividad postelectoral contra AMLO, que el IFE realmente nunca fue tan imparcial como debía serlo.

 

También es cierto que muchos creemos que las movilizaciones y la forma de protestar de López Obrador no corresponde ya a un régimen democrático y con libertades como el que creemos que hay ya hoy en día. Pero la grosera manipulación que hacen muchos medios de comunicación no hace sino reforzar la idea que tal vez no ha cambiado mucho desde el régimen todopoderoso del PRI.

 

Sin embargo, hay que decirlo claro: tal vez haya habido inconsistencias, tal vez haya habido errores, tal vez sí haya habido fraude. Pero algo es un hecho, no hubo un fraude monumental donde a López Obrador se le robaran 30 millones de votos.

 

La verdad es que, independientemente de lo sucio que jugaron muchos actores políticos y de poder en el País en su contra, López Obrador no ganó por su propia culpa.

 

Es un hecho que millones de personas votaron por Felipe Calderón y no votaron por AMLO porque él mismo no los supo convencer. Siempre se sintió siempre confiado de que iba a ganar sin necesidad de convencer a todos la población.

 

AMLO no ganó (al menos con claridad) porque nunca supo hablarle a otro sector que no fueran los pobres, porque nunca supo ni se esforzó lo suficiente en explicar a la clase media y alta que lo que se decía de él sobre que era un peligro no era cierto.

 

No ganó más simpatías porque cuando debía moderarse se radicalizó más y porque no supo escuchar a los buenos consejeros.

Perdió millones de votos porque fue incongruente, porque hablando de "moral" se rodeó de los más desprestigiados, porque hablando de "transparencia", él nunca la ejerció.

 

Entonces, tal vez hubo fraude o tal vez no. Esto debe aclararse totalmente.

 

Pero seamos sinceros, todo parece indicar que en caso de que lo haya habido, fue un fraude minúsculo de 250 mil votos y no de millones; y aun así les ha costado trabajo “encontrarlo”.

 

 

Que se disipen las dudas, que se recuenten los votos si es necesario. Pero sería bueno más madurez y prudencia de AMLO en lo que “encuentra” el fraude.

AMERICAN IDOL REGIÓN 4, ES IGUAL, PERO NO ES LO MISMO

AMERICAN IDOL REGIÓN 4, ES IGUAL, PERO NO ES LO MISMO

Dejemos por un momento la disputa electoral en nuestro País. Pronto volveremos a ella porque aún va a dar mucho de qué hablar.

En este post, hablaremos de algo que tal vez a la luz de lo que sucede en México podría ser superficial, pero que forma parte de la temática para la cual se creó este blog: analizar los medios de comunicación. Me estoy refiriendo a Latin American Idol.

La semana pasada inició en Latinoamérica la transmisión de este "reality show" a través del canal de televisión Sony. Se trata de la versión latina del exitoso programa estadounidense American Idol que consiste en la búsqueda de un cantante estrella.

El programa pegó muy fuerte en Estados Unidos (aunque era a su vez una copia de un programa británico) y ha lanzado a la fama a artistas como Kelly Clarkson y Clay Aiken.

En latinoamérica, la idea pinta para pegar también en grande. Sin embargo, hay que decir que Latinamerican Idol no es American Idol

Por el momento, se ha visto que la producción y organización está impecable y es un fiel reflejo del programa estadounidense. Como una buena franquicia, la música, el estilo visual de manejo de cámaras, la narrativa de los resúmenes, la escenografía, en fin, todo, se parece al original.

No obstante, a mi juicio, esto hace que se pierda un poco el toque latino de pasión, sensualidad, color, diversidad, que el formato original no tiene. Creo, que podrían soltarse un poco más el pelo en eso.

Además, los jueces que han elegido para el programa no me parecen, hasta el momento, similares en cuanto a calidad y presencia como los originales. No por nada, el inglés Simon Cowell se ha hecho famoso y multimillonario gracias a su actuación como juez en American Idol.

Los jueces en el programa original son protagonistas importantes del programa. Los de la versión latina pintan para ser nada más actores de reparto o extras prescindibles.

Creo que deberían haber buscado jueces con más reconocimiento y/o personalidad interesante para el programa para que puedan ser un contrapeso interesante a los aspirantes a artistas como en el original.

Además, pienso que tanto la producción como los conductores deben mostrar una imagen fresca, dinámica, más acorde con la idiosincracia latinoamericana y no tener ese acartonamiento más del estilo gringo.

Y es que, Latinoamerican Idol no sólo tendrá a su versión en inglés como referencia, sino que deberá vencer o igualar a programas exitosos como "La Academia" en México y para eso deberá lograr una identificación real con la gente de la región.

En fin, estaremos al pendiente del desarrollo del proyecto. Veremos cómo evoluciona el programa y si logra, en efecto, generar buenos artistas latinoamericanos.

No debe ser tarea difìcil porque si algo nos sobra en latinoamérica es talento.

EL CURANDERO Y EL CIRUJANO PLÁSTICO

EL CURANDERO Y EL CIRUJANO PLÁSTICO

La foto es de cuando eran amigos (publicada por Reforma) y el artículo es de la excelente analista política Denisse Dresser que lo publicó el domingo en Proceso bajo el título de Médico vs. Curandero.
 
Está muy bueno y es un análisis de lo que sucedió en la elección, que vale la pena leer aunque esté largo.

Lo reproduzco y los invito también a leer dos post anteriores que tienen que ver con el tema: "Erase una vez un país dividido" y "¿A quién le damos el empleo?".

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Una parte del país preocupada por su salud decidió. Una porción de ese México atribulado eligió. Fue a las urnas y de manera democrática rechazó el diagnóstico que ha hecho —desde hace años— Andrés Manuel López Obrador. El que percibe a la pobreza como cáncer terminal. El que subraya la desigualdad como tumor principal. El que promete una cirugía mayor para extirpar ambas. Rechazado por una pequeñísima mayoría electoral que prefiere seis años más de curitas que una operación incierta. Rechazado por quienes deciden continuar con el mismo doctor en lugar de cambiar de tratamiento. El 35.88% no quiso convertir a AMLO en su médico de cabecera. Pensó que traicionaría la consigna hipocrática: “No causar daño”. Creyó que empeoraría al país con el afán de curarlo.

Y sí, hubo guerra sucia. Y sí, hubo una campaña mediática y política orquestada por Vicente Fox. Y sí, hubo un uso equívoco de los programas sociales en ciertas zonas. Y sí, hubo errores criticables del IFE durante los últimos días. Y sí, Luis Carlos Ugalde merece ser condenado por su incompetencia y los consejeros electorales por su omisión. Y sí, Patricia Mercado le arrebató votos a la izquierda. Y sí, los gobernadores del Norte apoyaron a Felipe Calderón. Y sí, Elba Esther Gordillo también lo hizo. Y sí, el establishment político y económico del país cerró filas ante un médico de provincia que amenazaba con remodelar el hospital.

Pero el hecho innegable es que Andrés Manuel llevaba tres años con una gran delantera que dilapidó. Era su elección para perder y la perdió. Porque a lo largo de la campaña electoral, el político sagaz actuó como chamán. Se erigió en curandero. Se dedicó a ofrecer hierbas mágicas y pociones fantásticas y curas misteriosas. Prometió refundar al país y resucitarlo. Creyó —como Hipócrates— que casos desesperados necesitan remedios desesperados y se dedicó a ofrecerlos, pueblo tras pueblo, plaza tras plaza. Usó la esperanza de mejoría milagrosa como instrumento para ganar votos, para convencer indecisos. Creyó que bastaba anunciar la llegada de la salud, sin pensar con particular claridad cómo garantizarla.

Y para contender dijo muchas cosas lamentables; ofreció muchas prescripciones criticables. Fue doctor de pueblo ante enfermedades globales. Recurrió a las recetas de las tías viejas en vez de disponer del conocimiento de los expertos. Recurrió a la homeopatía en vez de usar los rayos X. Se paró ante México con un maletín lleno de instrumentos de los años 50, para enfrentar enfermedades económicas producto de los años 90. Se presentó como curandero ante una enfermedad terminal, y no explicó a cabalidad cómo lograría vencerla. Convocó a los espíritus del pasado en vez de diseñar las herramientas médicas del futuro.

Por ello los remedios que prometió resultaron más atemorizantes que la enfermedad. Para muchos electores, la peor cura para los males de México era la posibilidad de un presidente que no supiera escuchar. Que fuera renuente a aprender y pensara que no es necesario hacerlo. Que pensara más en cómo redistribuir que en cómo crecer. Que le apostara a la magia de Macuspana por encima de la medicina moderna. Que intentara sanar a México con sanguijuelas y pociones y rezos y buena fe. Que definiera quién merecía vivir y quién merecía morir. Un doctor milagroso que insistió en parecer peligroso.

Porque uno de los primeros deberes de un buen médico es educar a sus pacientes, prescribirles el medicamento correcto o saber cuándo no administrarlo. Las recetas de AMLO convencieron a algunos segmentos del electorado pero alienaron a otros. La campaña del miedo provocó una epidemia nacional porque López Obrador no se había vacunado contra ella. Al contrario, la alimentó con el discurso de la confrontación constante, con la retórica de la división incesante. El país de los privilegiados Vs. el país de los marginados. El México de los de arriba Vs. el México de los de abajo. Andrés Manuel no supo hablar de otra manera y eso lo hundió. No supo actuar de otro modo y eso lo debilitó. Perdió la elección mucho antes del 2 de julio.

Por su obcecación. Por su tozudez. Por no moderar sus posiciones cuando llevaba la ventaja suficiente en las encuestas para hacerlo. Por no atemperar sus posturas y deslizarse hacia el centro pragmático en lugar de atrincherarse en la izquierda recalcitrante. Por no reunirse con los grupos que más le temían antes de que comenzaran la guerra sucia en su contra. De haberse definido a sí mismo como un hombre poco peligroso, se hubiera vacunado ante esa acusación. De haber ofrecido algo menos radical que la amputación de las extremidades superiores, hubiera tenido más pacientes. No hay nada más estimable —según Voltaire— que un médico que ejerce su profesión con cautela y trata a ricos y pobres por igual. AMLO se negó a hacerlo y hoy 247,000 votos de diferencia son el resultado.

Andrés Manuel López Obrador le apostó a un pueblo enfermo y nunca entendió que, con él, no le alcanzaba para ganar. Porque hay una parte del país que sí prospera, aunque sea lentamente. Porque Andrés Manuel nunca entendió que al poner primero a los pobres, asustaba a todos aquellos que no se perciben así. A todos aquellos que no querían arriesgar, sino preservar. A todos aquellos que no querían refundar al país, sino conservar lo poco —o mucho— que han logrado acumular en él. No hay manera de curar a alguien que se cree en buena salud, y una porción del electorado cree que lo está. Allí va cojeando con su crédito, con su vivienda de interés social, con su carro pagado a plazos. El México relativamente pobre que se rehusa a admitirlo y a votar por alguien que lo clasifica así.

Pero esa porción del país que AMLO convenció no va a desaparecer tan sólo porque lo saquen a patadas del hospital. No va a guardar silencio tan sólo por los resultados del conteo oficial del IFE. No va a dejar de quejarse tan sólo porque Felipe Calderón ha sido declarado en ganador oficial. Ese México pintado de amarillo está allí, habitado por millones de mexicanos que confían en López Obrador. Le creen.

Y no es sólo por pobreza o ignorancia como muchos de sus detractores sugieren. Los que votan en su favor piensan que el diagnóstico que ha hecho del país es correcto. Piensan que no es posible seguir tomando aspirinas para combatir un cáncer. Piensan que no es deseable seguir tomando jarabe para la tos ante una pulmonía. Piensan que México necesita algo más que paliativos, algo mejor que placebos.

Y con ellos, AMLO convierte al PRD en segunda fuerza electoral. Con ellos, AMLO duplica el voto para la izquierda en tan sólo seis años. No es poca cosa y él lo sabe. Por eso peleará hasta el último momento; impugnará hasta la última casilla; disputará hasta el último voto. Ha construido un movimiento social y hará todo lo necesario para asegurar su supervivencia. De allí su cuestionamiento al proceso electoral y los resultados que arroja. De allí su posicionamiento poselectoral y los riesgos que entraña. Para existir, López Obrador tiene que pelear y seguirá haciéndolo. Hoy como candidato vencido, mañana como luchador social enardecido. Hoy como curandero rechazado, mañana como líder de un frente nacional.

Lo cual le hará la vida difícil a Felipe Calderón en las próximas semanas, en los próximos meses, en los próximos años. Y peor aún si persisten las dudas en torno al proceso electoral. Porque en política todo es percepción y la actuación del IFE ha contribuido a enturbiarla. Porque no hubo un fraude monumental, pero muchos mexicanos empiezan a creer que así fue. Porque la resistencia de tantos a contar los votos alimenta esa creciente convicción. Y peor aún: a lo largo de la campaña que lo llevó a ganar, Calderón nunca vio al país enfermo. Nunca pasó por la sala de cuidados intensivos. Nunca se asomó a la sala de emergencias. Nunca supo qué decirle a aquellos que no viven, sino sobreviven. En esta elección, Calderón fue un cirujano plástico. Y el pedazo del país que no votó por él le va a seguir exigiendo una operación quirúrgica mayor.

Mientras Calderón decide cómo reaccionar ante el otro México, López Obrador se encargará de radicalizarlo. De movilizarlo. De liderarlo a cada oportunidad. Y si no hay transparencia total en torno a cada voto que lo llevó a perder, lo hará con aún mayor vehemencia. Recorrerá el país como Jesús, diciéndole a cada uno de sus seguidores: “Levántate y anda”. Convocará a asambleas informativas, pidiéndole a sus apóstoles que no pierdan la fe. Continuará diagnosticando las enfermedades del país a las que ahora añadirá los síntomas del fraude. Y marginado de la política formal, es posible que sea más “peligroso” que dentro de ella. El líder que pudo haber sido doctor certificado, ahora convertido en curandero incómodo.

EL PRIVILEGIO DE PENSAR

EL PRIVILEGIO DE PENSAR

No sé si hubo fraude en la elección presidencial del 2 de julio. No tengo los elementos para afirmar o desmentir o acusación tan delicada. Hasta ahora las pruebas que ha mostrado el equipo de López Obrador me parecen muy poco sólidas y concluyentes.

Pero algo sí sé. En estos días hemos visto un retroceso tremendo en el manejo de la información en los medios masivos de comunicación. Hemos visto excesos en la parcialidad y en el intento de manipulación de la gente como los que se veían en el viejo régimen del PRI.

Sin duda, como hemos comentado aquí, la sociedad mexicana está dividida. Según el IFE, poco más de 15 millones votaron por Calderón y poco menos de 15 millones de mexicanos por López Obrador. En las familias, en los trabajos, en las escuelas se nota la división y la tremenda polarización.

Sin embargo, en la televisión y en varias estaciones de radio sólo aparece una postura. Y no sólo eso, hay una constante campaña de denostación así como de difamación con mentiras. Así, pues, como en el viejo PRI. No como en las democracias.

Afortunadamente, los ciudadanos tenemos el privilegio de pensar.

Desgraciadamente... muchos renunciamos a él. ¡¿Quién sabe por qué?!

Ya hemos comentado aquí el estudio de la Universidad de Emory en Atlanta que comprobó que los simpatizantes incondicionales de los candidatos "no razonan" y se guían sólo por la emoción de seguir a su abanderado.

Lo explico: se tomó a personas que dijeran ser fieles simpatizantes de cierto candidato, se les mostraban declaraciones claramente contradictorias de ellos y se les hacía una resonancia magnética. El resultado: la irrigación de la sangre en la zona del razonamiento no aumentaba ni oyendo las contradicciones; no las detectaban, no pensaban.

Cuando me enteré del estudio, no pensé "qué raro". Más bien, pensé, "hmm.. con razón, ya lo había notado". Es que ¿apoco no así nos comportamos como sociedad en estas campañas? La gente defendía a su candidato como si fuera Dios y justificaba todo tipo de errores por más grandes que esos fueran.

Vuelvo a los medios. Ayer en el programa de comedia política, "El Privilegio de Mandar" Televisa se descaró. Con el personaje de Cantinflas, "Canti", le tiró con todo a López Obrador para hacerlo ver como un tipo renegado que no acepta la Ley y que no debe impugnar la elección.

En realidad las televisoras hicieron eso toda la semana, pero la verdad, en este País casi nadie ve noticiarios (renunciamos de nuevo al privilegio de pensar) así que estoy seguro que el mensaje de ayer fue más efectivo.

Siendo objetivos hay que decir que los medios han mentido: López Obrador no está rechazando su derrota en la elección, porque aun no hay ninguna derrota.

Según la Ley mexicana sólo el Tribunal Electoral y nadie más puede validar la elección, decir si fue correcto el conteo de votos y declarar un ganador. Eso no ha sucedido y aun falta para que suceda porque apenas comenzó a calificar los comicios.

El impugnar no es rechazar el resultado. Es parte de un proceso que todavía no acaba. Cuando el Tribunal declare ganador, si AMLO no lo acepta, entonces sí, se podrá decir que rechazó los resultados oficiales.

Lo curioso es que los periodistas de los medios lo saben, porque conocen la Ley a diferencia de muchos mexicanos que renunciamos a nuestro derecho de pensar. ¿Entonces por qué mienten a sabiendas?

Y a diferencia de lo que dijo "Canti" no creo para nada que los grandes magnates de los medios estén pensando en el bien de México. Ya demostraron con la "Ley Televisa" ,por ejemplo, que antes que nada están sus intereses.

Eso me da tremenda curiosidad. ¿Qué hay en juego que los medios han reaccionado así tan virulentamente? ¿Qué cosa no sabemos como ciudadanos? ¿Qué es lo que realmente se está jugando? ¿Por qué Televisa está dispuesta a sacrificar la credibilidad que poco a poco había venido recobrando? ¿Qué va a ganar?

No sé si hubo fraude en la elección. No he visto pruebas serias para afirmarlo. Lo que sí veo es todo un movimiento alrededor muy sospechoso, de encubrimiento, de mentiras. Es como los hoyos negros, no los ves, pero notas la influencia que provocan en la materia alrededor.

¿Qué hay en el centro de esta elección? ¿Cuál es el centro de este hoyo negro? ¿Es que Calderón hizo compromisos que AMLO no hizo? ¿Es que las televisoras de verás creen que AMLO es un peligro para ellos y para México? ¿Por qué actúan así? ¿Es que sí hubo fraude?

No lo sé. Sólo son preguntas. Es mi derecho. Mi privilegio de pensar. Tengo derecho a escuchar todas las versiones y pensar con mi propio cerebro cuál es que más me convence, sin que me quieran imponer una.

Tengo derecho a dudar. Tengo derecho a elucubrar. Tengo derecho a dudar del IFE ¿por qué no? No es Dios. Tengo derecho a tener curiosidad. Tengo derecho a tener información confiable sin que me quieran imponer sólo una parte, la que a alguien le conviene.

Tengo derecho a decidir por mi sólo si AMLO es mentiroso o si lo es Calderón. O si lo son los dos. Tengo derecho a pensar si hubo fraude o si no lo hubo. Tengo derecho a conocer las supuestas pruebas de las acusaciones de fraude.

Y no, no estoy en lo absoluto defendiendo a López Obrador. Me estoy defendiendo a mí. Estoy defendiendo a mi sociedad, a mi país.

Puede que AMLO sea un mentiroso crónico que sólo quiere llegar al poder como de lugar. Puede que las acusaciones de fraude sean puras tonterías. Pero eso no le da derecho a los medios a tratarnos como tontos, a darnos la información qué quieren y cómo quieren. A qué decidan por nosotros, qué está bien y qué esta mal, con su cerebro y no con el nuestro.

Si hoy lo hacen con AMLO, mañana lo pueden hacer con Calderón, con Campa, con Mercado o con quien sea cuando no convenga a sus intereses. No es quien gane lo que está en juego, es mucho más. Son nuestras libertades civiles.

Gane quien gane la elección, si nos dejamos avasallar en nuestras otras libertades, ya perdimos.

Porque la democracia no es nada más ir a votar. Es participación y derechos ciudadanos todos los días, no sólo en las urnas. Es libertad para pensar y decidir. Es ser ciudadano y no sólo televidente.

CALDERÓN GANA CONTEO; AMLO SIGUE LA LUCHA

CALDERÓN GANA CONTEO; AMLO SIGUE LA LUCHA

Con el 100 por ciento de las casillas computadas, Calderón ganó el conteo distrital de los votos, el que verdaderamente cuenta.

Ayer, desde la madrugada, cuando Calderón rebasó a López Obrador en los votos, el panista salió a festejar, reconoció a sus adversarios y llamó a la unidad, aunque, seguramente previendo lo que venía, llamó a sus simpatizantes a defender el voto.

Andrés Manuel López Obrador desconoció el resultado. Afirmó que impugnará y llamó a la gente "a una reunión de información" el sábado a las 5 P.M. en el Zócalo.

La verdad, para todos sería deseable que ya hubiera un ganador claro que todos aceptaran. Además, el juego de AMLO es ciertamente peligroso porque claramente quiere hacer una demostración de fuerza convocando a miles de personas.

Muchas de los simpatizantes de AMLO tienen un gran nivel de frustración y en este contexto dichas concentraciones masivas son riesgosas, además de que parecen un chantaje.

Sin embargo, hay que decir que López Obrador está en todo su derecho de impugnar la elección y no se está saliendo de la Ley.

Las voces que insisten en callarlo y en criticarlo por "no reconocer al ganador" no tienen razón porque legalmente aún no hay ganador. El único que valida la elección es el Tribunal Electoral y es también quien puede revertir incluso los comicios por impugnaciones.

López Obrador no se está saliendo de la Ley, sino al contrario buscando defender sus votos con todas las herramientas legales que tiene hoy la legislación mexicana.

Además, se equivocan quienes quieren hacer del IFE un ente casi divino y creen que no se le puede cuestionar "porque tanto nos ha costado construir instituciones confiables".

Antes, no se podía criticar al Presidente, la Virgen y al Ejército. Eso ya cambió. Pero, ahora algunos quieren poner en ese rubro al IFE. La verdad, es que, justamente, la normalidad democrática conlleva nuestra capacidad de cuestionamiento ciudadano, incluyendo al IFE.

AMLO está en todo su derecho y es mejor, por cierto, que impugne. Porque, reitero, a nadie nos conviene que en esta Elección queden dudas. Sobre todo si nuestro Presidente va a serlo con .6 por ciento de ventaja.

Claro, también sería bueno que López Obrador no sólo se preocupe por convencer a sus simpatizantes de que hubo irregularidades, sino sobretodo por tener las evidencias legales sólidas para comprobarlo, ahi sí, ante el Tribunal.

Porque, es cierto, sí han quedado varias dudas y sospechas (sobre todo en el manejo del PREP) pero hasta el momento no se ha visto algo contundente que parezca una prueba de que hubo un gran fraude ya en el conteo distrital.

MEDIOS IRRESPONSABLES

MEDIOS IRRESPONSABLES

A nadie nos conviene que queden dudas en la Elección.

 

Todos debemos estar interesados en que se cumpla la Ley y sean las autoridades pertinentes (el IFE y el Tribunal Electoral) los que una vez hecho el conteo de actos manifiesten quién es el ganador.

 

Ayer, el presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, fue clarísimo: dijo que no hay ganador hasta que se haga este conteo (y hasta que lo valide el Tribunal).

 

Recordó que el PREP (programa de resultados preliminares) no puede por ley dar un ganador y que además, en esta ocasión la diferencia era muy cerrada siquiera para marcar una tendencia clara.

 

Así se vio claramente en la noche, cuando una vez que se agregaron al conteo los más de 2 millones y medio de votos que reclamaba el PRD la diferencia entre Calderón y AMLO en los resultados preliminares bajó a sólo .6 por ciento.

 

Esto hace más que evidente que más que nunca es necesario hacer un recuento como marca la Ley. Y a todos nos conviene. Si Calderón ganó, el conteo ratificará su victoria y no quedarán dudas.

 

Si ganó AMLO, le conviene también que se aclare en el conteo, Vaya, a todos nos debe interesar que todo quede limpio y cristalino.

 

Lástima que no es así. Ya habíamos señalado la irresponsabilidad de los candidatos que insisten en declararse como ganadoras antes de tiempo. Ahora, se suman también varios medios electrónicos.

 

En las dos principales televisoras y en no pocas de las estaciones radiofónicas del País, han dado un tratamiento informativo que hace pensar que Calderón ya ganó por los resultados del PREP.

 

Eso, en todo caso, es lógico que lo digan en su campaña o los millones de simpatizantes que votaron por él y que quieren que gane. Pero un medio debe ser imparcial y dar el ejemplo de respeto a la Ley.

 

El clima político del País es delicado. Hay ya páginas y mails de lopezobradoristas que están desesperados porque creen que su candidato perdió (sin que se haya hecho el conteo aún) y sugieren movilizaciones.

 

En este contexto, los medios deben ayudar a que la gente se calme y entienda que debe esperarse el plazo legal.

 

PORQUE CON TODO ESTO... uno no puede evitar pensar que los medios, también son calderonistas, como millones de mexicanos que sí tienen derecho a eso, sólo que por otras razones...

Veamos:

 

10 de Octubre de 2002. El Gobierno del Presidente Fox elimina por decreto y de manera sorpresiva la obligación de los medios electrónicos de darle gratuitamente el 12.5 por ciento de su programación a la difusión de programas estatales.

 

Noviembre de 2004. De manera sigilosa, el Gobierno de Fox renueva las concesiones a Televisa y TV Azteca ¡hasta el año 2021! (Nota de Etcétera).

 

23 de marzo de 2006. El líder nacional del PAN, Manuel Espino, pide a su partido aprobar la llamada “Ley Televisa” para que Calderón sea apoyado en el proceso electoral. Así lo testifican senadores a diarios como Reforma, El Universal y La Jornada.

 

31 de marzo de 2006. Con los votos de la mayoría de los senadores del PRI y PAN, incluyendo el de la hermana de Felipe Calderón, se aprueba la llamada “Ley Televisa”.

 

28 de junio de 2006. En el último día de campaña, se hace proselitismo electoral a favor de Calderón en la telenovela “La fea más bella”. La misma estrategia usada con Enrique Peña Nieto y que mencionamos en su momento aquí en Mediatizando.

 

 

Independientemente de quien gane la elección, queda claro quién ganó en el sexenio. Busquemos que se respete nuestro voto.

 

Si ganó Calderón con nuestro voto, que sea Presidente. Si ganó AMLO, que él lo sea. Pero que no que se decida anticipadamente por otros intereses.

ERASE UNA VEZ.. UN PAIS DIVIDIDO

ERASE UNA VEZ.. UN PAIS DIVIDIDO

Ya lo dice un estudio reciente de la Universidad de Emory en Atlanta. Está comprobado que cuando una persona es simpatizante incondicional de un candidato “no razona” y se guía sólo por emociones.

***************

¿Les ha pasado que hablan con alguien que no escucha? ¿Qué no importa que den argumentos y razones, parece estar obsesionado, y obsecado en lo que dice, sin pensar? ¿Qué no hay manera de lograr un acuerdo con él o ella?

A mí sí. Todo el día de hoy y toda la campaña. Así estamos. Polarizados, divididos. Y todo por la elección presidencial.

Según las encuestas, el país se dividió en dos: el norte es totalmente para Calderón y el sur totalmente para López Obrador. Además, los de clase media y alta están mayoritariametne con Calderón y los estratos socioeconómicos bajos con López Obrador.

La verdad, esa división no la crearon los candidatos. En realidad, ¡ya existía! ¡siempre ha existido! Ellos sólo la desenmascararon y además, irresponsable y peligrosamente, la exacerbaron.

Pero es perfectamente entendible y queda claro porque unos y otros votaron por cada uno. Unos votaron por miedo y otros por esperanza.

Unos votaron por miedo a perder lo que tienen (porque el candidato los engañó haciéndoles creer que el otro era un "villano" que destruiría la economía), los otros no tenían nada que perder, porque no tienen nada y votaron por la esperanza de obtenerlo (porque el candidato los engañó haciéndoles creer que de la noche a la mañana su situación cambiaría).

Haciendo un análisis serio de las campañas, es claro que los dos candidatos engañaron. ¿Por qué? Porque revisando (de manera informada) sus argumentos, es obvio que los dos usaron mentiras o "medias verdades" para convencer a la gente.

Sin embargo, si los candidatos fueron y aún son irresponsables (ambos se proclamaron ganadores a pesar del llamado del IFE a no hacerlo), nosotros no debemos serlo.

Gane quien gane, esto esto es una elección, no es un partido de futbol en donde al final del partido los jugadores cambian de playera, pero los “irracionales” fanáticos se agarran a golpes.

No nos confundamos. El País es nuestro y estos señores sólo son los aspirantes para que les demos el puesto de administrarlo. A cualquiera de los dos que gane, debemos exigirle cuentas y si no da el ancho, lo corremos como a cualquier empleado.

No nos confundamos. El partido no se gana cuando un candidato llegue al Poder. En realidad, allí empieza. El partido se gana cuando se logre vencer a los problemas del País.

Esta elección nos mostró cuál es el principal problema que estos señores tendrán que resolver: la pobreza y la desigualdad.

Y, por favor, la polarización, la irracionalidad y la falta de capacidad para escuchar no resuelve la desigualdad. De hecho ¡la agranda y la vuelve un elemento peligroso y un caldo de cultivo para la violencia!

Y PARA QUIEN QUIERA ESCUCHAR (aunque ya se dijo claramente): ¡No hay ganador en la elección! Ni siquiera con el PREP. Sólo lo habrá hasta que el IFE haga el conteo distrital de las urnas que inicia el miércoles y hasta que el Tribunal Electoral resuelva las probables impugnaciones.

Ese procedimiento es, ni más ni menos, lo que marca la Ley. Tengamos la madurez que los candidatos no tienen y esperemos a todo se resuelva como se debe.

¡ESO SÍ ES DEMOCRACIA!

¡ESO SÍ ES DEMOCRACIA!

Y nos fuimos a penales...

Hay empate en la elección presidencial entre el PRD y el PAN...

El Instituto Federal Electoral hizo real una de las cuatro posibilidades que había advertido que podría anunciar a las 11 de la noche: que no se puede dar un ganador hasta que se cuenten los votos.

 

LO POSITIVO: Como nunca habíamos vivido en plena democracia, estos escenarios nos parecen raros. Sin embargo, estos empates suceden en cualquier democracia avanzada, en donde, como debe de ser, un sólo voto puede decidir al ganador.

No es malo. Es bueno. Malo cuando ya sabíamos quien iba a ganar aun antes de votar. Esto es algo común en las democracias y debemos tener la madurez para manejarlo.

 

LO NEGATIVO: El país queda tremendamente polarizado y dividido. El encono seguirá hasta que se conozca el ganador, y esperemos que no, pero podría seguir gane quien gane todo el sexenio. El ganador tendrá a la mitad del país a favor de él y a la mitad de compra. Qué lamentable escenario.

No lo permitamos. Aprendamos a fomentar la unidad aun en medio de la diferencia. A escuchar y tolerar los otros puntos de vista y trabajar juntos aun siendo y pensando de manera distinta, por el bien de México.

 

 

¡¡MÉXICO ESTÁ VOTANDO...!!

¡¡MÉXICO ESTÁ VOTANDO...!!

Hace seis años, a esta hora, los encuestadores y los políticos ya sabían que Fox iba a ganar. La pregunta es ¿a esta hora, los encuestadores ya sabrán quien ganará hoy?

¡Qué envidia tener la información que a esta hora ya tienen los encuestadores! Ellos ya saben cómo van las tendencias y la gente común lo sabremos hasta las 8 de la noche.

 

RESUMEN DE LA JORNADA. El IFE reportó en su primer informe 430 incidentes electorales aunque ninguno es de gravedad.

En la jornada destacan:

- La tranquilidad y la jornada con incidentes menores. La gente ha salido a votar con normalidad. Se siente un ambiente de fiesta, de decisión. Los "focos rojos" que algunos prevían podrían encenderse como Oaxaca y Guerrero han estado en paz.

En Oaxaca, los maestros en paro decidieron desde ayer no interrumpir el proceso electoral. Si acaso, en Guerrero, por la situación con el crimen organizado que hay, 5 fueron ejecutadas antes de que abrieran las casillas y el alcalde de Acapulco tuvo que ir a votar con 30 guardaespaldas.

- La falta de boletas en varias "casillas especiales" (donde votan los que están de paso en un lugar que no es su ciudad o su zona). Ha sido problema en varias partes de la Ciudad de México y del País.

En Puebla, 70 granaderos liberaron a un funcionario electoral que había sido retenido en la Central de Autobuses por personas molestas porque se acabaron las boletas y en el DF, algunos inconformes bloquearon avenida Revolución por la misma razón.

- La aglomeración de gente en torno a los candidatos. Impresionante cómo la gente se arremolinaba en torno a los candidatos del PAN, Felipe Calderón, y del PRD, Andrés Manuel López Obrador. Los electores siguen polarizados hasta el último momento.

- La descalificación de Madrazo de la FEPADE. Al ir a su casilla, el candidato del PRI, Roberto Madrazo, afirmó que confiaba en el IFE pero no en la Fiscalía para Delitos Electorales porque sus fallos le han sido adversos a su partido.

- La reaparición del Subcomandante Marcos. El líder zapatista volvió a escena y encabezó una marcha contra las elecciones del Ángel de la Independencia al Zócalo, en donde también realiza un mitín.

 

¿QUÉ SE ELIGE? México está votando para escoger al próximo Presidente de la República. Además, hoy se eligen a los nuevos 128 Senadores y 500 Diputados del País.

También hoy se eligen tres gobernadores (Jalisco, Morelos y Guanajuato) y el Jefe de Gobierno del DF. Además estas 4 entidades y 6 más elegirán a sus legisladores de sus congresos locales.

 

INFORMACIÓN GENERAL:

Hay 130, 500 casillas en todo el País. Si aun no sabes cuál es la tuya, llama a IFETEL 01 800 433 2000 o entra a la página del IFE.

- Las casillas se cerrarán a las 6 PM.

- A las 8 PM (tiempo del centro) las televisoras podrán salir al aire diciendo quién ganó la elección según sus encuestas si es que sus tendencias les permiten ubicar a un ganador.

- A las 8 PM también iniciará el PREP, el sistema de resultados rápidos del IFE a través de Internet con los primeros resultados oficiales.

- A las 11 PM, el IFE revelará oficialmente al ganador, según su sistema de conteo rápido de más de 7 mil casillas. En este mensaje el IFE podrá decir 4 cosas:

+ Se anuncia al partido o candidato ganador

+ Se anuncia que la distancia entre el 1er y 2do lugar es muy corta y aún para indicar un ganador en ese momento.

+ Se anuncia que se requieren 2 horas más para dar una tendencia.

+ Se anuncia que no fue posible recabar la información estadística para hacer un anuncio sobre las tendencias.

 

ESTE BLOG FORMA PARTE DE "MIRADA PÚBLICA" LA COBERTURA CIUDADANA DE LA ELECCIÓN  POR INTERNET.

 

AL FINAL DE CUENTAS, LA FIESTA ES DE LOS CIUDADANOS...

AL FINAL DE CUENTAS, LA FIESTA ES DE LOS CIUDADANOS...

La democracia es nuestra fiesta, de los ciudadanos, de los votantes.

No es de los políticos, el que gane la Presidencia será nuestro servidor público, a quien nosotros quisimos poner por mayoría. Tampoco es los medios, por mucho que se hayan vuelto millonarios, ellos sólo relatarán lo que nosotros decidimos en las urnas.

En ese sentido va Mirada Pública, (haz click aqui) la cobertura de las elecciones, a través de varios blogs que les invitamos a seguir este domingo 2 de julio. Mediatizando forma parte de esta cobertura ciudadana que se dará. No se la pierdan.

EN LA GUERRA Y EN LA WEB TODO SE VALE...

EN LA GUERRA Y EN LA WEB TODO SE VALE...

La Internet se hizo presente fuertemente en la lucha electoral al final de las campañas.

Claro, ya sé que toda la campaña hubo miles de mails basura llenos de mentiras para atacar a los candidatos ¡a mí también me llegaron! También vi que Calderón es sin duda el que mejor entiende esta herramienta (internet). Su sitio fue el que más aprovechó las posibilidades de interacción de este medio.

Sin embargo, ahora me refiero a lo verdaderamente delicado y que "casualmente" surgió esta semana: el presunto uso del padrón electoral para fines ilegales en la página de Calderón y la presunta carta de López Obrador en su sitio oficial llamando a la gente a resistir.

Lo de AMLO fue apenas hace unas horas. Esta mañana, apareció en su página web una carta presuntamente escrita y firmada por él, fecha el 3 de julio y en donde llama a la "resistencia civil permanente" porque no le reconocen su derrota.

Lo de Calderón lo presentó, en su noticiario de W Radio y en CNN en español, la periodista Carmen Aristegui, a quien alguien le hizo llegar la dirección IP de una página web, en la que a través de la cuenta Hildebrando117 (sí, como el cuñado de Calderón) se podía entrar a una base de datos del PAN con el padrón electoral.

Las dos cosas representan delitos: López Obrador no puede, como ningún otro candidato, hacer propaganda entre jueves y domingo. En tanto, el PAN no puede hacer uso del padrón electoral más que para revisar que esté correcto, como cualquier otro partido.

Los dos partidos alegan que les "hackearon" sus páginas. Desgraciadamente, aunque así fuera, una visión imparcial y sin apasionamientos de los hechos hace que queden más dudas del lado del PAN.

Y es que, en el caso de AMLO, la página estaba ya deshabilitada, como la de los otros candidatos, desde el miércoles a las 12 PM por la prohibición electoral.

Suena ilógico reactivar el sitio sólo para violar la ley de manera pública. Sobretodo, antes de las elecciones en las que según la mayoría de las últimas encuestas publicadas (Milenio, Reforma, El Universal) tiene una ligera ventaja o, al menos, las mismas posibilidades que Calderón para ganar.

En el caso de la página con el padrón electoral, queda claro que la página sí es del PAN. Una rápida visita (que cualquiera de nosotros puede hacer) a Nic México (http://www.nic.mx/), la instancia de registros de los dominios de Internet en el país evidencia que la dirección IP 200.77.234.173 está registrada por Redes por México.

Redes por México es la base de datos del PAN con simpatizantes de Calderón que se inscribieron para apoyarlo y a la cual se podía entrar desde el sitio oficial del candidato. Al buscar el registro del dominio Redes por México se confirma que tanto ese nombre como la dirección IP citada fueron registradas por la misma empresa.

Sí es posible y probable que haya sido un hacker también el que creó el usuario Hildebrando 117 con el que Aristegui tuvo acceso a los datos (digo, algo tan obvio parece da risa). Sin embargo, no es probable que el hacker haya subido todo el enorme padrón electoral a la base de datos de los panistas, sin que se dieran cuenta.

Por algo los panistas, ante las instancias legales como el IFE o el TRIFE, han preferido decir que ayudarán a la investigación dejando la versión del hacker sólo para las entrevistas con los medios.

En fin, de todas maneras, el objetivo de este post no es tirarle al PAN. Yo creo que todos los partidos seguramente usan el padrón de la misma forma, sólo que a ellos les cayeron en la movida.

El punto es como Internet, con todo y los mails basura de propaganda, con todo y sus páginas web malas o buenas, con todo y los "hackers" electorales es ya hoy un medio vital en las contiendas electorales porque, sin duda, es un medio más importante para la sociedad que hace 6 años.

Ojalá los candidatos y los partidos entendieran más la importancia de esta herramienta para el desarrollo del País y no sólo la usaran en tiempos electorales. Siendo honestos, el gobierno del PAN con Fox dio buenos avances en ese sentido. Ojalá, así sigamos.

 

¿A QUIÉN LE DAMOS EL EMPLEO?

¿A QUIÉN LE DAMOS EL EMPLEO?

ADVERTENCIA: Sí, es un post largo pero vale la pena leerlo en esta semana antes de que votes.

La verdad, tenemos dos buenos candidatos. En realidad, sus plataformas no son tan diferentes como nos han querido hacer creer y cualquiera de los dos que gane, será mucho mejor gobernante que nuestro Presidente actual, Vicente Fox. El domingo es la elección presidencial en México y el país está dividido como nunca.

Particularmente, la población se ha polarizado en torno a los dos candidatos punteros: Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón. Vale la pena revisar quienes son estos señores qué quieren que los contratemos para administrar en nuestro nombre nuestro país durante seis años.

En realidad, si hacemos un análisis con la cabeza fría, veremos que los dos tienen defectos, como todo ser humano, pero también aciertos. Lógicamente, tienen diferencias, pero, también coincidencias. Y, de hecho, mucha de la propaganda y del ruido electoral no tiene nada que ver con sus verdaderos puntos de desencuentro o similitud.

Si nos guiamos por tres excelentes libros que tenemos a la mano ahorita en la campaña (Diálogos por México, En negro sobre blanco y Uno de Dos) podemos cotejar más objetivamente sus biografías y plataformas políticas. En los dos primeros, los candidatos responden a preguntas sobre sus proyectos y en el otro, Carmen Aristegui los entrevista sobre sus trayectorias.

Veamos: tanto AMLO como Calderón hablan de la economía como el principal problema del País. En realidad, aun el panista tiene una campaña de Oposición en el sentido de que reconoce que no se han generado empleos y que los ingresos de los mexicanos están por los suelos.

Ambos reconocen que la inversión y el empleo es lo que sacará al país de la pobreza, pero admiten que mientras eso se logra deben darse fuertes apoyos del Gobierno. Los dos tienen una política "de izquierda" al reconocer que el Estado debe tener un papel muy importante en dar servicios gratuitos a la gente y subsidios a los pobres.

Los dos proponen una economía de libre mercado que respete los equilibrios macroeconómicos pero que tenga responsabilidad social a través de los programas de ayuda para los pobres. Es decir, la misma política que supuestamente han aplicado los gobiernos de Salinas, Zedillo y Fox.

Si acaso, hay una cuestión de matices en su modelo económico. Probablemente López Obrador impulse más programas sociales y gaste más en la ayuda a los pobres que Calderón. Sin embargo, no es una cuestión de fondo. Es mentira que sean modelos económicos distintos.

Tal vez algunas de las verdaderas diferencias entre los candidatos estén en lo personal: en su carácter, en su trayectoria, y en la manera de resolver los problemas.

Calderón es un hombre técnico y práctico. Es bueno para negociar. Suele hacer planes y hojas de ruta de a dónde quiere llegar y los pasos qué necesita para lograrlo. López Obrador también es buen negociador, pero confía más en su intuición política. Sabe improvisar mejor y moverse hacia el lugar adecuado sin necesidad de haberse sentado a prever los escenarios.

Ambos tienen una trayectoria de lucha en la oposición. Uno (AMLO) viene de la lucha social en la calle y otro (Calderón) de una amplia trayectoria dentro de la vida institucional de su partido. Los dos han dirigido con buenos saldos sus respectivos partidos (PRD y PAN). Ambos han demostrado su independencia al renunciar a sus respectivos jefes políticos, al considerar dañada su visión política.

Yo creo que los dos son honestos en su intención de sacar al país adelante y en su visión de cómo lograrlo. Sin embargo, tal vez la mayor diferencia de todas está en el diagnóstico que hacen de las causas de los problemas del País.Y es que para Calderón el problema del País, sólo es técnico. Es solamente cuestión de implementar el programa adecuado.

Para López Obrador, la desigualdad de México, no es sólo un asunto técnico sino ético. Piensa que muchos de esos proyectos económicos o políticos han fracasado, no por deficiencia técnica, sino por corrupción. Esta diferencia de visión es fundamental porque los lleva por caminos distintos.

Calderón piensa que puede solucionar los problemas del País aplicando los procesos técnicos adecuados sin tener que meterse necesariamente con los poderes fácticos, con los "poderosos" como dice AMLO.

Para López Obrador, esto, en cambio, es fundamental. Él piensa que el País necesita una limpia ética, empezando por el ejemplo que se dé desde la Presidencia. Cree que el país no puede mejorar si no se combate la corrupción y se acaba con los privilegios indebidos que tienen unos cuantos en contra de la inmensa mayoría que vive en pobreza.

Por eso, AMLO habla tanto, por ejemplo, de la compra de Banamex por Citybank por más de 12 mil millones de dólares en donde por una maniobra legal no se pagó ni un sólo peso de impuestos. El candidato admite que fue legal pero sostiene que fue inmoral que eso suceda en un país tan pobre.

En cambio, la actitud de Calderón frente a la llamada "Ley Televisa" en donde se vio claramente que su partido pactó en plena campaña con la televisora para aprobar una legislación considerada por muchos como nociva para el País, hace ver que el panista no piensa tocar "ni con el pétalo de una declaración" a los empresarios poderosos.

CONCLUSIÓN

¿Quién sabe? Tal vez Calderón tenga razón. A lo mejor el país puede salir adelante sin necesidad de atacar la corrupción o priviegios de algunos poderosos del País. Tal vez en su afán de "unidad nacional" debe pensar que es mejor tenerlos como aliados que como enemigos.

¿Será? Tal vez es una jugada arriesgada porque Fox ya intentó eso y los resultados no son nada alentadores.

Por el otro lado, tal vez López Obrador es el que tiene razón en que el País no mejorará si no se combaten también las irregularidades y los privilegios que han tenido por siempre un pequeño grupo de personas, tal vez pactar con esas fuerzas no hará sino poner al Gobierno de nueva cuenta en una situación con poco margen para gobernar.

¿Será? el riesgo aquí está en que dichos grupos de poder reaccionen en su defensa con virulencia, afectando al Gobierno y retrasando más el desarrollo del País, además de que por su "causa ética", López Obrador tome un perfil de liderazgo dominante poco sano.

En todo caso, la respuesta a esas preguntas podrá definir por quién votamos. Pero, algo es cierto, López Obrador y Calderón se conocen bien y trabajaron bien juntos como líderes de sus partidos. Incluso, como narra el propio Calderón en libro "Uno de dos", él fue a comer tamales a casa de AMLO y el propio perredista lo llamó para expresarle su apoyo cuando renunció al gabinete de Fox.

Ellos son políticos profesionales. Mañana la campaña terminará y el 2 de julio, uno ganará. El 1 de diciembre, que uno de ellos tome el poder, seguro se sentarán a negociar como buenos políticos.

En cambio, los ciudadanos quedaremos polarizados y divididos. No lo permitamos. Aprendamos a tener la cabeza fría y a expresar nuestras diferencias con madurez. No es un partido de futbol, son campañas políticas. Y el 1 de diciembre, ¡a exigirle cuentas a el que sea que gane! como ciudadanos, y no como consumidores; como electores, y no como fanáticos.

PARECE QUE YA NO ES COINCIDENCIA...

PARECE QUE YA NO ES COINCIDENCIA...

Los árbitros de los Octavos de Final en el Mundial parecen haberse puesto de acuerdo para favorecer a los "equipos grandes" en contra de los "pequeños", con tal de que avancen los favoritos y pueda seguir el negocio y el buen espectáculo.

 

Primero, fue en el México-Argentina. Un grosero arbitraje a favor de Argentina (que no es, por supuesto, excusa para que la Selección Mexicana haya perdido pero es la verdad).

 

Después, en el de ayer, de Holanda-Portugal, vimos un pésimo arbitraje, que aunque no impidió que pasara Portugal a la siguiente ronda, si lo dejó sin al menos tres de sus hombres para el siguiente juego entre expulsados y lesionados. Si bien, ambos equipos jugaron sucio, todo inició desde  el favoritismo hacia Holanda cuando el árbitro no sacó la tarjeta roja después de una entrada criminal contra Cristiano Ronaldo.

 

Y luego, el colmo. En el juego de hoy de Italia-Australia, los italianos ganaron ¡con un hombre menos! en tiempo de compensación con un gol "milagroso" regalado por un penal inexistente, cortesía, por supuesto, del árbitro.

 

Y así, ¡cómo no vamos a pensar mal!

¡AY, AY, AY, AAY! ¡LLORA Y NO CANTEEES!

¡AY, AY, AY, AAY! ¡LLORA Y NO CANTEEES!

Y México quedó eliminado del Mundial tal como se preveía. Sin embargo, lo que nadie preveía era que jugara tan bien, que mostrara un futbol tan inteligente y práctico como el que no había enseñado en meses. Lástima que no bastó.

Honor a quien honor merece. La verdad, Lavolpe diseñó una estrategia que le funcionó. Supo como neutralizar a los argentinos. México no sólo se fue arriba en el marcador (aunque lo empataron muy pronto) sino que durante todo el primer tiempo dominó claramente a Argentina como un manejo de balón excelente.

Muy bien se vio el chavo Guardado y el propio Pineda que lo sustituyó. Bien, se vio Zinha, aunque entró tarde. Excelentes se vieron Márquez, Osorio y Salcido en la zaga. Tanto Jared como Kikin tuvieron oportunidades de gol.

En realidad, fue un buen partido y dificilmente se le podría pedir algo más al equipo y a Lavolpe. Claro ¡salvo ganar! pero honestamente, creo que con los recursos que tenemos se hizo lo que se pudo. Hay que aceptar que ninguno de nuestros delanteros tiene el nivel de los argentinos para que en una jugada maestra pudiera definir el juego como lo hicieron ellos.

En donde la Selección y Lavolpe nos quedaron mucho a deber fue en los partidos de primera ronda. Y es que, si hubieran jugado así de bien esos 3 partidos, hubiera sido otra historia. Nos hubiera tocado con Holanda en vez de Argentina, el grupo estaría más motivado. Bueno, de hecho ¡estaríamos en cuartos de final! y como dice Jorge Valdaron, tal vez hasta candidatos al título seríamos.

SI SEGUIMOS POR EL MISMO CAMINO... NOS VA A GANAR ARGENTINA!

SI SEGUIMOS POR EL MISMO CAMINO... NOS VA A GANAR ARGENTINA!

Lo que molesta no es tanto la derrota, es el diagnóstico.

 

México perdió hoy 2-1 ante Portugal en el Mundial de futbol. Jugó mal, falló un penal, provocó otro innecesario en su contra, perdió infinidad de balones y le expulsaron un jugador por fingir una falta.

 

Aun así, por el grupo mediocre en el que nos pusieron inexplicablemente como cabeza de serie la Selección pasó a Octavos de Final.

 

Sin embargo, para el equipo y muchos paleros que lucran económica o políticamente con el futbol, sólo fue ¡otra vez! un problema de que "la pelota no quiso entrar".

 

Para Rafa Márquez, el capitán, quien tuvo uno de los peores partidos de su vida, sólo fue cuestión de mala "suerte". Oswaldo Sánchez afirmó que estaban "contentos" porque al fin y al cabo se cumplió el objetivo de pasar a la siguiente ronda.

 

"Kikín" Fonseca, con más orgullo, sostuvo que cambiaría su tanto con tal de haber ganado, aunque, claro, en lo que parece ser el discurso oficial fomentado desde el técnico Lavolpe, dijo que "bueno, se cumplió el objetivo y es lo que importa".

 

Aun no se se lo que dirá el propio Lavolpe, pero a juzgar por sus declaraciones tras el partido pasado, seguramente dirá algo así como que el equipo es más ofensivo que Argentina y por alguna razón inexplicable no entran los goles, sin ninguna mención al desequilibrio en la defensa, a la falta de opciones, a que los cambios otra vez llegaron tarde, etc.

 

Qué diferencia al oír hablar, por ejemplo, a Luis Fernando Suárez, técnico de Ecuador al explicar su derrota ante Alemania.  "La selección es una sola y tiene que mostrar siempre una buena cara y hoy no ocurrió" admitió; "se puede perder pero si la presentación es decorosa te deja bien y eso no ocurrió" sentenció con el orgullo herido.

Y es que el diagnóstico sí importa, porque entonces si no cómo sabemos qué hay que mejorar. Debe haber una autocrítica sincera y constructiva. De otra manera, sólo se fomenta el conformismo y la mediocridad.

Tal vez, por eso el Presidente Vicente Fox afirmó luego, luego, en su discurso de lucro político de siempre: "estamos muy orgullosos de nuestro equipo" porque "jugaron con garra". Es que, él seguramente ha de querer que el 2 de julio le celebremos que aunque no tuvo los resultados que nos prometió por lo menos también "le echó ganas".

¿SE DESINFLA EL GLOBO VERDE?

¿SE DESINFLA EL GLOBO VERDE?

La verdad es que la Selección Mexicana de futbol jugó muy mal contra Angola. No hay razón para decir lo contrario.

A pesar de que es cierto que México tuvo oportunidades de gol, la verdad es que casi ninguna fue producto de una jugada bien armada, sino de la casualidad, de errores del otro equipo o de otras circunstancias. No es cierto que México estuvo encima y sólo por suerte lo único que le faltó fue meter el balón, lo cierto es que no mostró variantes ni opciones para abrir la defensa angoleña e inquietar.

Digo esto, porque tal vez más preocupante que la derrota es la campaña para "inflar el globo verde" que hemos padecido durante meses y seguimos padeciendo. Las televisoras se han ocupado de ese juego y han hecho creer que la Selección es un super equipo, y aun ante estas evidencias, siguen con esas "cantaletas" de que "la pelota no quiso entrar", "el gol se negó", pero "jugaron mejor", etc...

Para ser justos, cabe decir que en esta ocasión Televisa se ha visto mejor o al menos sus comentarias extranjeros como Samuel Eto, Batistuta o Bianchi, que abiertamente señalaron lo mal que estaba jugando México mientras los comentarias nacionales trataban de verlo desde un punto de vista "más optimista". En TV Azteca, sí siguen de plano inflando el "globo verde" a todo lo que da, si uno oía sus crónicas parecía que estaban hablando de otro partido.

Tal vez por eso, sea un gran periodista de TV Azteca, David Failtenson, quien admite la jugada de las televisoras. Cuestionado por la revista Proceso sobre la inquietud de la prensa mundial de porqué México gasta más dinero que otros países en las transmisiones y programas mundialistas si nuestro país nunca ha destacado en estos torneos, él admite: "en México vendemos más expectativas que realidades".

Futbolísticamente hablando, creo que México juega mejor que lo vimos con Angola y esperemos que retome su nivel y pueda pasar a Octavos de Final y en una de esas a Cuartos o más. Pero este post, más que hablar de futbol, se trató de televisión y mercadotecnia. Uso cosa es la realidad de un equipo de futbol y otra cosa son los "espejitos" e ilusiones que nos venden por tele. Así, igualito que los candidatos, de los cuales hablaremos mañana.

SI MADRAZO FUERA AUSTRALIA...

SI MADRAZO FUERA AUSTRALIA...

Después de ir perdiendo con Japón 1-0 hasta 7 minutos antes del final, Australia logró heroicamente remontar el marcador y terminó ganando 3-1 en su primer partido en el mundial de Alemania.

 

Viendo las recientes encuestas, me imagino que el candidato presidencial del PRI, Roberto Madrazo, debe soñar con que le pase algo similar. Pero, francamente, no lo creo.

 

Y es que, en la recta final del partido, a tres semanas de las elecciones, Madrazo sigue en tercer lugar de las preferencias de los votantes. Así están las últimas encuestas reveladas esta misma semana en porcentajes de intención de voto:

Reforma: López Obrador, 37, Calderón, 35, Madrazo, 23.

Consulta Mitofsky (Televisa): López Obrador, 35; Calderón, 32, Madrazo, 28.

Milenio Diario: López Obrador, 34.2; Calderón, 31; Madrazo, 29.6.

El Universal: Calderón, 37; López Obrador, 34; Madrazo, 22.

 

En tanto, ante su desplome con el escándalo de su cuñado, Calderón hizo lo que tanto criticaba de López Obrador: descalificar las encuestas en las que no va arriba. Particularmente, censuró la de Milenio, por decir que la encuestadora María de las Heras es esposa del priísta César Augusto Santiago. Sin embargo, no dijo nada cuando ella lo ponía arriba ni sobre que Mitofsky y Reforma también lo ponen ya abajo del perredista.

 

Por lo pronto, todo se perfila a que Madrazo no le irá como Australia, sino como Ucrania: goleado 4-0 por España. Por su parte, parece que la pelea entre los punteros Calderón y López Obrador será como el partido de Brasil contra Croacia: después de tantas expectativas de millones de simpatizanstes, cualquiera de los dos que gane, lo hará apenas por un golecito de diferencia.